EL CUENTO DE
MOVISTAR II: EL DESENLACE.
CAPITULO SEPTIMO:
Sonrisas y lágrimas.
Como describiros el estado de
ánimo de estos días.
En casa hay normalidad, el móvil
de vez en cuando avisa que ha llegado un wasap, los mensajes ha vuelto al uso
que hacíamos antes de que fueran ilimitados, y dudo que lleguemos a los 50 ó
60.
No se si MOVISTAR se ha enterado de que hacíamos un uso de lo más personal y
particular que te puedas echar a la cara.
Tan normal que el mensaje que le hubiéramos
mandado a ese grupo de unos treinta amigos hoy hubiera sido este:
“Tener
entre nosotros un amor que no conoce medida.
Un
amor que sabe acoger al prójimo desviado: un amigo, hermano o desconocido, y le
perdona infinita veces.
Un
amor que le hace más fiesta a un pecador que vuelve que a mil justo, y pone a
disposición de Dios inteligencia y bienes para permitirle demostrar al hijo
pródigo la felicidad de su retorno.
Un
amor que no mide ni será medido”.
A quien le interese le completo la
cita.
Este hubiera sido el mensaje de
hoy: ¿dónde ve MOVISTAR el delito? El
lucro, el uso desmedido…
Y lo que es lo peor: este mensaje,
con sus comillas acentos, puntos…hubiera costado más de un euro.
Lo que si es cierto: HE
PAGADO LOS MIL CIENTO QUINCE EUROS CON OCHENTA Y SEIS CÉNTIMOS.
No se bien que tengo contratado
con MOVISTAR, y miro todos los días,
algunas veces hasta dos y tres veces el CONSUMO ACTUAL, no me fio ya de MOVISTAR.
Tengo que pedirle a MOVISTAR que me mande que es lo que
tengo contratado con ellos.
Y POR ÚLTIMOS
: ESPERO QUE MOVISTAR CUMPLA CON LO PROMETIDO.
Os contaré a su debido tiempo,
aunque esto sigue, el daño que me ha hecho MOVISTAR
tardará en curarse.
Paco
H.
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