miércoles, 29 de julio de 2015

¿CÓMO LLEGAR A LA ALHAMBRA?

SE REABRE LA CUESTA DE LOS CHINOS

El camino más fácil nunca suele llevar al éxito, y aunque la meta parezca lejana, casi como un sueño inalcanzable, Cuando lo alcanzas y contemplas tanta belleza, sientes que ha merecido la pena tanto esfuerzo.
Cuando accedes a pie a la Alhambra, ella es el premio al esfuerzo. Y lo puedes hacer por tres caminos.
El más conocido es desde Plaza Nueva por la Cuesta de Gomérez, entre artesanos de taracea y constructores de guitarras, de pronto te encuentras con la Puerta de las Granada, que como una máquina del tiempo hace que retrocedas cientos de años, al encontrarte con los bosques de la Alhambra. Si el retroceso hubiese sido real, en lugar de la Puerta de las Granadas, nos hubiésemos encontrado con el torreón defensivo de Bib-al-Buxar y coronando majestuosamente la colina el recinto amurallado con sus imponentes puertas de la Justicia y de los Siete Suelos.
El otro camino para acceder a la Fortaleza Roja, es por la cuesta del Realejo, después de dejar atrás la Puerta del Sol, menos conocido que el Albaycin, el barrio judío del Realejo, nos irá sorprendiendo paso a paso, hasta encontrarnos con Torres Bermejas, que rivaliza con la mole imponente de la Alcazaba del recinto Nazarí coronada por la Torre de la Vela. La vista con la que nos vamos a encontrar en la misma que por la Cuesta de Gomérez, pues nos deja a media altura de las de los bosques que circundan la gran fortaleza andalusí nazarí de la Alhambra de Granada.
Pero si alguien me preguntara cual es el mejor acceso a pie desde Granada para subir a la Alhambra, sin duda te recomendaría el tercero: la Cuesta de los Chinos o del Rey Chico, haciendo alusión a Boabdil, el último rey árabe de Granada, y más después de haber sido remodelada para hacer más fácil y cómoda gracias a las reformas realizadas en la misma.

Aquí no necesitas ninguna máquina para retroceder en el tiempo. Ya desde que empezaste a recorrer el museo abierto de la Carrera del Darro, vas sintiendo que con cada paso que das, el encanto y la magia del entorno se va adueñando de tus sensaciones y pensamientos. Recuerdo la película de Mary Poppins, cuando con la magia de su paraguas hace reales los dibujos del parque: cada paso que irás dando te hará dudar si es real lo que ves o están dentro de una fantasia.
En el Paseo de los Tristes o del Padre Manjón, parece que el entorno te vuelve a la realidad por las terrazas llenas de mesas, el bullicio, algún lamento de guitarra, y como queriendo huir del ruido te encuentras de pronto con un pequeño puente, el del Aljibillo, que casi te anima a ir en dirección contraria a la gente que va buscando el bullicioso barrio del Albaycín, de pronto te encuentras en una pequeña explanada y una pequeña y modesta cuesta justo enfrente, que perece por su modestia, que quiere pasar inadvertida: la has encontrado, esa es la Cuesta de los Chinos, el tercer acceso peatonal a la ciudad palatina de la Alhambra. Haz este paseo lo más temprano que puedas, y déjate embargar por las sensaciones, los olores, los sonidos de la naturaleza… después si puedes me cuentas tus emociones y sensaciones.
En una próxima entrada describiré al acceso por la Cuesta de los chinos.

domingo, 12 de abril de 2015

SOÑAR EN GRANADA.


Aquí no es cuestión de debatir que puede significar soñar con Granada, seguro que habrá miles de interpretaciones: que si ciudad, que si fruta, que si granos, que si abierta, que si la cascara…
Ni siquiera como signo de insatisfacción, no.

Sueñas con lo que quieres.

Soñar con Granada es algo más que una actividad, para mí de lo más inteligente, pues mantiene mi cerebro activo y en forma. Es poner la fantasía al servicio de la imaginación, todo un entrenamiento que hace que me interese más por mi ciudad, por su historia, por sus rincones… siempre con el propósito de disfrutar más de ella, recreando situaciones y paseos que sirvan también para aquellos que como a mí, les gusta perderse por esta bella ciudad.
Visitar Granada con esta conciencia, ayuda a liberarte de tensiones encontrando refugios donde se puede experimentar y vivir la tranquilidad: ¡Granada es única para descansar!
Soñar en Granada es darle todo el poder a la imaginación, yendo mucho más allá de lo que las barreras del espacio y del tiempo, nos quieren condicionar.
Paco H.