SE REABRE LA CUESTA DE LOS CHINOS
El camino más fácil nunca suele llevar al éxito, y aunque la meta parezca lejana, casi como un sueño inalcanzable, Cuando lo alcanzas y contemplas tanta belleza, sientes que ha merecido la pena tanto esfuerzo.
Cuando accedes a pie a la
Alhambra, ella es el premio al esfuerzo. Y lo puedes hacer por tres caminos.
El más conocido es desde Plaza Nueva
por la Cuesta de Gomérez, entre artesanos de taracea y constructores de
guitarras, de pronto te encuentras con la Puerta de las Granada, que como una
máquina del tiempo hace que retrocedas cientos de años, al encontrarte con los
bosques de la Alhambra. Si el retroceso hubiese sido real, en lugar de la
Puerta de las Granadas, nos hubiésemos encontrado con el torreón defensivo de
Bib-al-Buxar y coronando majestuosamente la colina el recinto amurallado con
sus imponentes puertas de la Justicia y de los Siete Suelos.
El otro camino para acceder a la
Fortaleza Roja, es por la cuesta del Realejo, después de dejar atrás la Puerta
del Sol, menos conocido que el Albaycin, el barrio judío del Realejo, nos irá
sorprendiendo paso a paso, hasta encontrarnos con Torres Bermejas, que rivaliza
con la mole imponente de la Alcazaba del recinto Nazarí coronada por la Torre
de la Vela. La vista con la que nos vamos a encontrar en la misma que por la
Cuesta de Gomérez, pues nos deja a media altura de las de los bosques que circundan
la gran fortaleza andalusí nazarí de la Alhambra de Granada.
Pero si alguien me preguntara
cual es el mejor acceso a pie desde Granada para subir a la Alhambra, sin duda
te recomendaría el tercero: la Cuesta de los Chinos o del Rey Chico, haciendo
alusión a Boabdil, el último rey árabe de Granada, y más después de haber
sido remodelada para hacer más fácil y cómoda gracias a las reformas realizadas
en la misma.
Aquí no necesitas ninguna máquina
para retroceder en el tiempo. Ya desde que empezaste a recorrer el museo
abierto de la Carrera del Darro, vas sintiendo que con cada paso que das, el
encanto y la magia del entorno se va adueñando de tus sensaciones y
pensamientos. Recuerdo la película de Mary Poppins, cuando con la magia de su
paraguas hace reales los dibujos del parque: cada paso que irás dando te hará
dudar si es real lo que ves o están dentro de una fantasia.
En el Paseo de los Tristes o del
Padre Manjón, parece que el entorno te vuelve a la realidad por las terrazas
llenas de mesas, el bullicio, algún lamento de guitarra, y como queriendo huir
del ruido te encuentras de pronto con un pequeño puente, el del Aljibillo, que
casi te anima a ir en dirección contraria a la gente que va buscando el
bullicioso barrio del Albaycín, de pronto te encuentras en una pequeña
explanada y una pequeña y modesta cuesta justo enfrente, que perece por su
modestia, que quiere pasar inadvertida: la has encontrado, esa es la Cuesta de
los Chinos, el tercer acceso peatonal a la ciudad palatina de la Alhambra. Haz
este paseo lo más temprano que puedas, y déjate embargar por las sensaciones,
los olores, los sonidos de la naturaleza… después si puedes me cuentas tus
emociones y sensaciones.
Gracias por tus recomendaciones.
ResponderEliminarDe nada, disfruto hablando de lo que me gusta.
EliminarY gracias a ti por visitar virtualmente Granada.
Un saludo. P.H.