jueves, 26 de agosto de 2021

EL AGUA DE GRANADA.

“Granada puede que no sea famosa por tener mucha agua, pero si porque en ella el agua se hace arte, desde el más sencillo estanquillo a la más afamada fuente. El agua se hace cristal en cada rincón de la ciudad y si cierras los ojos, hay momentos que el agua te cuenta donde estas, sin duda el agua hace de Granada el paraíso de la primavera”.
Paco H.



Granada no solo tiene agua de sobra, sino lo que es mejor, el agua de Granada es la mejor de Europa, vamos del mundo. Y esto no lo dice la pasión de un granaíno, sino que es algo que esta certificado por los Laboratorios Rodés, vamos, que en lo del agua es como lo de la competición del tamaño de las patatas: “grandes, lo que se dicen grandes, pues no lo son; pero hace falta un submarino para vigilar el potaje que hacemos en mi pueblo”. Pero ya en serio. El agua de Granada, la que sale por el grifo dejándolo correr un poquito, o del frigo (sin que esté demasiado fría) podría pasar perfectamente por agua envasada.

Y no de ahora, ya en 1.501, los Reyes Católicos le decían a un tal Diego Padilla: “Sepades que las aguas que entran dentro de esa ciudad para la servidumbre de ella... están todas perdidas e descubiertas... e que el agua anda perdida por las calles... e porque es una de las principales cosas que essa dicha Ciudad tiene para ennoblecimiento dellas es las dichas aguas...
Lo último que pretendo con esta entrada es entrar en el tema de los acuíferos de la provincia, tema que no solo no domino, sino que tampoco creo que sea de interés en este momento, pero me asombra saber que la vega granadina es como un inmenso embalse de más de 200 km2, alimentada por los ríos que la atraviesan. Concretamente en la localidad de Chauchina comentan con sorna que es el único pueblo donde mueren de dos formas, primero de aquella de la que cada uno muere, y después ahogados, pues al abrir el más pequeño hoyo en el suelo, rápidamente nos encontramos agua. Por decir, y con esto terminamos las parte documental, al Genil además del Darro, lo acompañan el el Aguas Blancas, el Monachil, el Dilar, el Beiro, el Salado, el Cubillas...  con el Colomera, Velillos... y eso prácticamente sin separarse de Granada.

Pero en Granada el agua es algo más que un acuífero que abastece a la población y sirve para el regadío... en Granada, el agua es la misma Granada, no se la puede concebir si ella. Su presencia en fuentes, arroyo y ríos ha generado una cultura que llega hasta nosotros, que nos la han contado nuestros mayores a través de cuentos, poemas, música, pintura... relatos en los que nunca puede faltar el agua, el agua, en Granada, no es solo imprescindible para la vida, sino que es la misma vida de Granada.