EL CUENTO DE
MOVISTAR: EL DESENLACE.
CAPITULO
PRIMERO: En manos de la zozobra.
Hace más de un mes que
comenzó la pesadilla, y tengo que confesaros que en estos días ha habido
momentos zozobra y desencanto y que hemos estado tentados de tirar la toalla,
de pagar sin más; ya os dije que CONSUMO nos contuvo, pues teníamos que esperar la
respuesta de MOVISTAR.
Procurábamos no pensar,
soñar con despertar una mañana y que todo hubiera terminado. Por otro lado,
internet esta inundado de quejas a MOVISTAR, y la verdad que pocas resueltas;
la Comunidad de Movistar es una riada de protestas, quejas, reclamaciones… todo
era deprimente, y sin saber que hacer. Hemos inundado facebook, tuenti, blog,
periódicos digitales… era la única posibilidad que teníamos de descargar nuestro
descontento y nuestra rabia.
Así han pasado estas tres semanas.
En estos días han
sucedido muchas cosas, y concretamente en estos últimos días (dos o tres) los
acontecimientos han sido vertiginosos.
Ayer por la mañana
pagamos los 1.115,86 euros, y ayer mismo nos restablecieron la recepción de
datos y de sms. Han detectado una incidencia en el proceso después de
estudiarlo nos han dicho que en próximas facturas nos devolverán parte de lo reclamado. Cuando
lo hagan, con gusto os informaremos.
Pero vayamos por partes.
Recuerdo a ese amigo
que hemos tenido los españoles en común durante ocho años –digo amigo por decir
algo- que susurraba a las nubes, ¡SÍ,
el soplador de nubes!, y por un momento pienso en las nubes, las nubes ignoran
donde van, por qué se desplazan, que rumbo llevan, cambian de dirección en
función del viento que sopla, incluso la velocidad depende de lo fuerte que
sopla.
Pero me negaba
sentirme como una nube, en manos de todos y de todo; por las noches no dormía,
me pasaba el día con mal genio; en el trabajo, que siempre me ha gustado, me
sobrepasaba y no disfrutaba con mis compañeros.
Quería volver a
conocer la razón de por qué voy en esa dirección, algo tiene que esconderse
detrás de todo esto. Con el tiempo espero descubrirlo, ahora mismo no lo sé.
Lo cierto es que tuve
que dejar de escribir. Lo último fue lo del sábado 7 de septiembre, terminaba
esperando la respuesta de MOVISTAR, y en estos días ha
llegado, pero permitirme que lo cuente con detalle.
Pero antes os voy a
presentar a Richard Bach -sí, el autor de Juan Salvador Gaviota-, aunque a mi
me gusta más de él otro libro “Ilusiones”. Y le he pedido prestados algunos
pensamientos con los que iremos evolucionando en esta segunda parte de mi “Cuento de
Movistar”, como este que os copio a continuación
No existe
ningún problema
que no te aporte simultáneamente
un don.
Busca
los problemas
porque
necesitas
sus
dones.
Y eso pretendo, pasar
del TERROR
que ha supuesto la pesadilla con MOVISTAR a una sensación de calma y paz; y no es cuestión de magia o
prestidigitadores, sino que tiene que ser así, y el reto es tratar de contarlo
de forma que también lo sea para ti.
No es cuestión de
aferrarse a SMS ILIMITADOS o GRATIS, sino de ser cada uno quienes dirijamos nuestra nube, quién
decida dónde, cómo y cuándo llegará y no MOVISTAR.
Paco
H.
¿Cómo va todo? ¿Qué ha dicho Movistar?
ResponderEliminarTienes que continuar contando.