viernes, 14 de agosto de 2020

EL POZO AIRÓN DE GRANADA.

Cuando escribía esta entrada pensaba que si una entrada merecía estar en la etiqueta de “Curiosidades de Granada”, era sin duda la del “Pozo Airón”, que nos lo encontramos justo en el centro de Granada, entre la Gran Vía y Calle Elvira.

La primera noticia que tuve de este lugar, fue en la visita que hicimos con nuestra buena amiga Pilar para conocer la Granada de Alonso Cano. Aunque este lugar no tenía relación con la temática de la visita, no se resistió a llevarnos y hablarnos de este curioso lugar, cuando pasábamos por la Calle Elvira.






El “Pozo Airón de Granada” se encuentra en una pequeña calle de Granada, la Calle Postigo de Cuna, un callejón sin salida que te encuentras casi a mitad de la Calle Azacayas, entre la Calle Elvira y la Gran Vía. Este pequeño callejón es fruto de las transformaciones y reformas que esta zona sufrió con la apertura de la Gran Vía de Colón. Los amantes de la música conocerán este callejón, por encontrarse en él, el “Club Eshavira” la mítica sala de música en directo.


Pero volvamos al Pozo Airón.

El de Granada es uno de los más de cien parajes de la Península Ibérica relacionados con Airón o Aironis, un dios arraigado en la Hispania celtibera, antes de que los romanos comenzaran su conquista. El dios Airón estaba relacionado con las aguas profundas de pozos y lagunas, las simas… en definitiva, con el interior de la tierra. Estas simas, pozos o lagunas profundas eran los lugares donde se le rendían culto al Dios del inframundo. Lugares asociados a leyendas, romances, desapariciones de jóvenes doncellas… o como el de Granada: al desahogo de la tierra. Una sima sin fondo por donde la tierra liberaba sus tensiones internas en lugar de hacerlo con movimientos sísmicos o terremotos. Vamos… por donde la tierra “eructaba” para liberar tensiones.


Estas creencias son antiguas, pues ya en Aristóteles y Plinio pensaban que los terremotos estaban originados por una especia de vientos o soplos de las entrañas de la tierra, y que estas cavidades servían para que el Dios Airón exhalara los vientos desde el interior, por lo que cerrar estos pozos o simas impedirían su liberación y producirían movimientos sísmicos. Creencias que siguieron vigentes con los romanos e incluso hay noticias de que en la época musulmana de esta creencia, manteniéndose las costumbres y tradiciones en estos lugares.


Las primeras referencias escritas del Pozo Airón de Granada la encontramos en el siglo XVI, atribuidas a Henríquez  de Jorquera, en la que se atribuye la construcción del pozo de la Calle Elvira a los musulmanes. Este pozo debió de taparse, pues Fray Lorenzo de San Nicolás escribe, en su libro de arquitectura,  hace referencia a que los daños de los seísmos de julio de 1526, por haberse cegado el Pozo-Airón de Elvira, porque de lo contrario no se hubieran producidos daños tan grandes.


Lo granadinos no volvieron a preocuparse del tema hasta el siglo XVIII, por los grandes terremotos de verano de 1778, hasta el punto de plantearse a las autoridades locales, por el clamor popular, abrir de nuevo el pozo Airón de la Calle Elvira, incluso se llegó a encargar un informe al magistrado y oidor Gutierre Joaquín Vaca de Guzmán y Manrique, titulado “Dictamen sobre utilidad o inutilidad, de la excavación del Pozo-Airón, y nueva abertura de otros pozos, cuevas y zanjas para evitar los terremotos”. Las conclusiones de su dictamen fueron que era demasiado costoso hacerlo sin tener las garantías de que sirviera tal esfuerzo para algo.


El Pozo Airón de la calle Elvira: ¿morada del dios ibero o apaciguador deterremotos? En este interesante artículo del Independiente de Granada, podéis encontrar más información sobre el Pozo Airón de Granada.

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