“Nada sabría describir la
impresión que experimenta el que atraviesa por primera vez la Puerta de las
Granadas. Uno se cree transportado a un país encantado al penetrar bajo estos inmensos
arcos de verdor, formados por olmos seculares, y se piensa en la descripción
del poeta árabe que los compara a bóvedas de esmeraldas...”.
El Barón Charles Davillier.
Que
trabajo me cuesta cuando se quiere racionalizar todo, dar una explicación a cada
cosa, y no dar cabida a la magia y a lo fantástico y uno de esos momentos es
cuando paseo por los bosques de la Alhambra, cuando me pierdo por sus paseos
abstraído por el silencio que todo lo llena y que llega a sobrecogerte y puedes
vivir sin prisa a unos pasos de la bulliciosa ciudad que sigue viviendo a unos
metros. Allí, todo lo que no es, puede ser.
Es para disfrutarlas, las dos alhambras.
ResponderEliminarSalu2.
Granada es para quedarse a vivir
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